Con toda la pena del mundo, nos despedimos de la encantadora familia de Josh. Éste nos acompaña en los primeros kilómetros del día con la bici. Nos indica el camino, vamos a recorrer unos tranquilos 20 kilómetros a lo largo del carril bici que discurre junto al río. O al menos en teoría, porque nos perdemos y nos cuesta un ratito encontrarnos.
Vamos a mostraros muy poquitas fotos hoy. No tenemos tiempo
de hacer turismo, hay que completar la etapa más larga de este viaje, más de
cien kilómetros.
Sentimos el tifón que está arrasando Okinawa. Tenemos un
fortísimo viento de cara que nos impide avanzar. Tanto que en una cuesta abajo
no pasamos de 12 km/h. Se estima que el tifón pase por Kyushu al día siguiente
y luego se desplace hacia Korea. Debemos de caerle bien a los kamis, por ahora
estamos teniendo muchísima suerte.
Cuando ya hemos sobrepasado los 99 kilómetros, Hikaru nos
recoge en el puente que une la gran isla de Honshu con la preciosa isla de
Suooshima. Subimos y bajamos por una carretera sin tráfico, junto a la costa,
que nos recuerda nuestros mejores tiempos por el sur de Kyushu. De momento, la
parte de Honshu que hemos visto acusa más la mano del hombre. Parece que los
japoneses han conseguido domesticar la isla.
La familia de Hikaru nos espera para cenar. Para entonces,
el cuentakilómetros marca 115 km. La cena es realmente sabrosa. Todo, hasta el
arroz, ha salido de las tierras de la familia de Hikaru. Jamás habíamos probado
un arroz con tanto sabor. Nos encanta la conversación con su madre, haciendo
Hikaru de intérprete.
Gabriel se asusta porque en la habitación vemos la araña más
grande del mundo. Eran como unos 20 cm de animal, se oía incluso cuando
caminaba por la pared. Hikaru y Ainhoa intentan hacerle comprender que tener
una araña en la habitación es bueno porque se come los mosquitos, pero no
parece muy convencido. En todo caso, hay que descansar de un largo día.
no quiero ni pensar si cris tiene que dormir con semejante animal, seguro que entiende a Gabi perfectamente.Vaya pezado de etapa, solo de pensarlo ya estoy cansada.
ResponderEliminaray jesucristo superstar me preocupa más la arañana que cualquier tipo de terremoto, tsunami, huracány... y suerte con la siguiente etapa :D
ResponderEliminarA Gabriel todavía le entran escalofríos cuando se acuerda de la araña.
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