sábado, 25 de agosto de 2012

Día 18: Shimonoseki - Yamaguchi




No funciona la alarma del hotel, y en lugar de a las 6 nos levantamos a las 9. Recogemos todo lo rápido que podemos, desayunamos el poco helado que nos sobró de ayer y bajamos a toda prisa para preparar las bicis. No nos va a dar tiempo de llegar a Yamaguchi de día, por delante tenemos más de 75 kilómetros. Normalmente calculamos hacer unos 10 kilómetros por hora, contando con parar a descansar y comer algo, hacer unas fotos y estirar las piernas. Así que no nos salen las cuentas, pero en lugar de desesperarnos nos detenemos aún más tiempo en Shimonoseki para ver un santuario.

Después de varios días de nubes, hoy vuelve a estar despejado. El cielo es terriblemente azul y el calor aprieta como nunca. Para variar, el calor afecta a Ainhoa, que se siente especialmente débil hoy. No puede subir las cuestas más suaves, incluso le supone un esfuerzo sobrehumano mantener la velocidad en llano. Hacemos una breve parada para recuperar fuerzas y descansar las manos acalambradas. Hacemos otra parada aún más larga para intentar recuperar la temperatura corporal, que se está disparando. Cada vez se nos hace más tarde y Ainhoa está segura de que no vamos a llegar. Por otro lado, Gabriel decide no llevar su bici a ningún taller, quiere arreglarla él mismo en cuanto encuentre una llave para apretar el casete de la rueda.

Otra parada más. Ya son casi las 4 de la tarde y nos queda más de media etapa. Llamamos a Josh, nuestro anfitrión para los próximos dos días, que tiene ganas de unirse a nosotros en los últimos kilómetros que nos separan de su casa… ¡lo que él no espera es que sean tantos!

Quedamos con Josh en un Seven eleven. Es el encargado de encabezar la marcha y de empujarnos para hacer los 35 kilómetros largos que aún nos quedan. Hacemos el resto del camino sin parar a descansar, sin estirar, sin comer. No hay tiempo, va a comenzar a anochecer y su familia nos espera para cenar.

a los 10 km nos encontramos con otro chico japonés que está haciendo cicloturismo, prácticamente la misma ruta que hemos hecho nosotros… ¡sólo que él empezó hace 6 días en Kagoshima! Lleva un ritmo brutal, hoy ha hecho unos 175 km y no tiene un lugar donde dormir, así que Josh hace una llamada y su mujer le da permiso para alojarlo a él también. Así que los últimos kilómetros los recorremos en pequeño pelotón, otra experiencia que sumar a nuestro diario.

En casa de Josh nos espera su mujer y sus mellizas, que son una compañía excelente durante la cena. Nos sentimos afortunados por poder compartir nuestro día de descanso con una familia así.








3 comentarios:

  1. Menos mal que vais a estar 2 dias en casa de Josh. Un día de descanso de las bicis. He vuelto a Madrid y Chi está muy bien, muy tranquilo. Durmió conmigo anoche. Abrazos, Kathy

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  2. qué dia más angustioso, estoy preocupada por Ainhoa.dos dias de descanso os venrá bien.Merche

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  3. Solo daros animo y reponer fuerzas estos dias . tambien agreglar la bici , recuerdos . por aqui unos cuantos seguimos vuestro viaje
    Angel

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